Combate la adicción a Facebook

Estar pendiente a lo que ocurre en la línea de tiempo es causa de muchas distracciones que pueden resultar nocivas

Comenzaste por inscribirte en Facebook, porque todos tu amigos están ahí, es estar "in" o la razón que sea. Ahora estás atento a compartir tu vida y ver lo que comparten tus nuevos amigos (y perfectos desconocidos). Entras en tu cuenta varias veces al día o, peor aún, tienes uno de esos "teléfonos inteligentes" que están conectados a la red social 24 horas al día, los siete días de la semana.

A cada momento suena el teléfono, anunciando un nuevo artículo o comentario. Si el tema se pone caliente, puede sonar como una sinfonía que reclama tu atención cada cinco segundos. Tus familiares, amigos cercanos y tus jefes comienza a preocuparse por tu adicción al teléfono y temen que no les prestas la atención debida, ya no eres tan conversador como antes y hasta pudiera ser que no te estás concentrando en el trabajo.

También pudiera ser que ya no llamas como antes, sino que usas Facebook como medio de comunicación. Es tiempo de hacer algo al respecto.

En la computadora:

• Escoge las veces en que entrarás a tu cuenta cada día y por cuanto tiempo. Dos veces al día es lo ideal; tres veces es aceptable.
• Cierra la ventana de FB o cierra completamente la sesión
• Escribe, comparte, lee y comenta solamente en esas sesiones

En los dispositivos móviles, además de los consejos anteriores, debes agregar otro:

• Cerrar la sesión luego de cada visita a tu cuenta. Así el teléfono no estará notificando durante todo el día, noche y madrugada.

Es posible que, si ya estás habituado a estar conectado todo el tiempo, se te haga difícil seguir un régimen dietético de Facebook, especialmente si lo has convertido en tu principal medio de interacción social. Pero vale la pena hacerlo. Pronto te darás cuenta que tu vida (la real, no la virtual) tiene muchas gratificaciones que te estás perdiendo.

Después de todo, tu muro estará ahí esperándote cuando tú decidas visitarlo.

-Basilio Guzmán
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