Ya es un poco difícil conseguir las bombillas en muchas tiendas, aunque en otras, a medida que se acaben, no las volverán a vender. Increíblemente, muchos tecnosaurios han optado por comprar cantidades de estas sanguijuelas energéticas, en abierto desafío al sentido común. En los foros de debate de la internet, se expresan disgustados con la decisión del gobierno y reclaman el derecho a decidir qué tipo de bombillas van a utilizar. ¿Increíble? Mira, al final del artículo, lo que ocurrió en Inglaterra en el año 2009.
Las primeras bombillas en ser eliminadas, por supuesto, serán las de 100w y mayores; pronto le seguirán las de 75w y 60w y, finalmente, las de menor consumo. Esa tecnología de iluminación tiene más de cien años, Thomas Edison la perfeccionó en 1879, pero no se elimina por ser anticuada, sino porque consume mucha energía.
Las nuevas bombillas fluorescentes compactas (CFL), brindan la misma iluminación, usan menos de la mitad de la energía que consumen las incandescentes y te ahorran $14 al año cada una. Las prometedoras bombillas LED, consumen aún menos, pero su precio las pone fuera del alcance de muchos. Se espera que el precio baje, o que el gobierno dé algún tipo de subvención, como ocurrió con las cajas de TV digital.
Eliminar las bombillas de tu casa, no solo representa un ahorro monetario para ti, sino que ayuda a reducir la emisión de gases, que tanto abonan al calentamiento global.
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