Imagen: PandStock |
Habiendo yo pasado gran parte de mi experiencia tecnológica como usuario y no como técnico, sé de primera mano la respuesta a esa pregunta. Hace varios años, cuando adquirí mi primera computadora para diseño gráfico, le hice una serie de trabajos a un cliente que se dedica a vender publicaciones un tanto sofisticadas.
Varios de mis colegas, que sabían lo precario de mi equipo (una Apple Macintosh Plus, blanco y negro) se preguntaban cómo rayos yo podía hacer trabajos a todo color en una computadora con monitor blanco y negro, cuando conocían a otros, que con mejor equipo, realizaban un trabajo que distaba mucho de la calidad del mío. Mi respuesta de antes sigue siendo la misma de ahora: “No es el caballo, es el jockey”.
Existen varios mitos acerca de la tecnología de computadoras:
- Las computadoras más caras son las mejores
- La marca tal es superior a la marca más cuál
- “Yo haría mejor trabajo si tuviera una computadora mejor que esta”
- “Si tuviera tal programa, mis anuncios quedarían brutales”
- Para tomar buenas fotos, se necesita una cámara cara
- La música se oye mejor en un súper estéreo
El aprendizaje y dominio de la tecnología es lo que marca la diferencia entre “hacer mucho con poco” vs. “Hacer poco con mucho”. El conocimiento de los programas informáticos es más importante que el precio o la marca de la computadora en la cual se utilizan. Pero, en fin, ¿cuál es la mejor inversión en tecnología? La educación del usuario, esa es la mejor inversión. Aprende a usar tu equipo y le sacarás mayor provecho, mejor calidad de trabajo, te durará más y lo protegerás mejor.
Es tiempo que dejes de creer que una PC más costosa va a hacer el trabajo por ti, que la cámara de $1,000 dólares te va a dar mejores fotos o que el programa carísimo (que tienes “pirateao”) va a hacer el trabajo por ti. Déjate de fantasías e invierte en la parte clave de la tecnología: ¡La pieza que va delante del teclado!
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