Ahora que los altos costos del combustible han disparado los costos de la energía eléctrica, basada en el uso de hidrocarburos, es un excelente momento para reflexionar en cómo podemos librarnos del yugo esclavizante del petróleo y sus derivados. Quizás piensas que otros deben buscar soluciones a los problemas, pero te voy a demostrar que tienes en tus manos el poder de hacer algo por ti, por tu bolsillo y por el planeta. ¿Cómo comenzar?
Reduce el consumo
La primera línea de defensa es reducir el consumo eléctrico. Cambia esas viejas bombillas (bujías) incandescentes por fluorescentes. O mejor aún, cámbialas por iluminación LED (Light Emitting Diodes). Esa tecnología, aunque no es nueva, se está aplicando a otros usos que no se hubieran imaginado hace apenas 10 años. A continuación, una tabla de equivalencias para que estés informado:
Por otro lado, una bombilla clasificada ENERGY STAR de iluminación LED de uso residencial utiliza un 75% menos de energía, dura 25 veces más que la iluminación incandescente y proporciona luz de color óptimo. Otra ventaja de la iluminación LED es que, por su bajo consumo energético, es la tecnología ideal para combinarla con el uso de energías alternas.
Una característica adicional es que no genera calor, lo que hace más eficiente el uso de los acondicionadores de aire. Otro ahorro derivado de su uso en el hogar y la oficina.
El Departamento de Energía de EE.UU. ha calculado que, si en cada hogar de la nación se sustituye solo una bombilla incandescente, se generaría un ahorro combinado de más de $300 millones de dólares en un solo año.
Usa fuentes de energía alternas
La segunda línea de defensa consiste en implantar fuentes alternas de energía. Una de las fuentes de energía que cada vez más se hace accesible, es la energía solar. Ya no solo está limitada a calentadores de agua, sino a la generación sostenible de electricidad a un bajísimo costo. El uso de electricidad generado por el sol se puede implementar, casi de inmediato, de manera parcial, como fuente de alimentación para enseres de bajo consumo e iluminación interior y exterior.
Reduce el consumo
La primera línea de defensa es reducir el consumo eléctrico. Cambia esas viejas bombillas (bujías) incandescentes por fluorescentes. O mejor aún, cámbialas por iluminación LED (Light Emitting Diodes). Esa tecnología, aunque no es nueva, se está aplicando a otros usos que no se hubieran imaginado hace apenas 10 años. A continuación, una tabla de equivalencias para que estés informado:
- Fluorescente de 22W = incandescente de 75W
- LED de 1.4W = incandescente de 25W
- LED de 5W = incandescente de 60W
Por otro lado, una bombilla clasificada ENERGY STAR de iluminación LED de uso residencial utiliza un 75% menos de energía, dura 25 veces más que la iluminación incandescente y proporciona luz de color óptimo. Otra ventaja de la iluminación LED es que, por su bajo consumo energético, es la tecnología ideal para combinarla con el uso de energías alternas.
Una característica adicional es que no genera calor, lo que hace más eficiente el uso de los acondicionadores de aire. Otro ahorro derivado de su uso en el hogar y la oficina.
El Departamento de Energía de EE.UU. ha calculado que, si en cada hogar de la nación se sustituye solo una bombilla incandescente, se generaría un ahorro combinado de más de $300 millones de dólares en un solo año.
Usa fuentes de energía alternas
La segunda línea de defensa consiste en implantar fuentes alternas de energía. Una de las fuentes de energía que cada vez más se hace accesible, es la energía solar. Ya no solo está limitada a calentadores de agua, sino a la generación sostenible de electricidad a un bajísimo costo. El uso de electricidad generado por el sol se puede implementar, casi de inmediato, de manera parcial, como fuente de alimentación para enseres de bajo consumo e iluminación interior y exterior.
Comentarios